Después de mucho cine, hoy me apetece recomendar un restaurante del que he podido disfrutar dos veces en el último mes. Se trata de Casel.la, ubicado en la calle Conde Altea de Valencia.
Aparte de estar perfectamente situado -ya que está en una de las mejores zonas de restaurantes de Valencia- tiene unos platos sensacionales, muy bien cocinados, y lo mejor de todo en estos tiempos: muy económico.
Su calidad-precio es de las mejores que he visto últimamente ya que puedes disfrutar de un excelente menú, tanto entre semana como en fin de semana, a elegir entre tres platos de primero, tres platos de segundo y dos de postre. Entre semana su precio es de 10 euros más bebida, y en finde, de 15 más bebida, con lo que siempre es una opción perfecta para pegarte una buena comilona con amigos sin gastar más de 20 euros, y con la agradable sensación de que has disfrutado comiendo. ¿Qué hay mejor?
Os voy a poner un ejemplo: recientemente fui a comer y elegí de primero una tosta de huevo pochado con jamón deliciosa; de segundo, un solomillo con verduras y salsa de foie (estaba tan delicioso que mi paladar aún lo recuerda con emoción) y de postre, entre una panacota con chocolate y un sorbete de mandarina y frutos rojos, me quedé con este último, ya que la mandarina es una de mis debilidades en helados ácidos, aunque también pude probar el otro postre, ya que lo pidió mi acompañante, hecho por el cual puedo dejar constancia de que ambos estaban riquísimos.
La otra vez que fui allí estuve en el reservado que hay arriba ya que se trataba de un cumpleaños; y lo recomiendo para cualquiera que desee estar tranquilo con un grupo de amigos o en familia, ya que es un espacio amplio, cómodo, y desde donde tienes la visión de todo el restaurante, que también merece la pena por el gusto que han tenido en su decoración, moderna y elegante, destacando unas preciosas lámparas blancas, que le dan un toque de distinción visto desde fuera, y que invita a entrar junto con la pizarra de la entrada que anuncia sus sabrosos platos del día.
"Os incito a acudir allí a probarlo
porque me lo agradeceréis"
Esta vez me vais a perdonar pero no hice fotografía de sus platos porque me encontraba con 'las manos en la masa' (o mejor dicho, en los cubiertos) y no pude perder ni un segundo en inmortalizar nada de lo que iba a engullir. Por ello, os dejo con una imagen del logo del restaurante y os incito (que no invito, que una no anda muy boyante) a acudir allí a probarlo porque me lo agradeceréis.
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