Y continuo con mis posts de recuerdo de lo publicado en ElEmbarazo.net mientras estoy de vacaciones. En septiembre prometo nuevos y frescos posts.
Con éste que os expongo a continuación espero ser de utilidad a las embarazadas cinéfilas, que seguro que hay muchas, y es importante saber ciertas cosas antes de ir al cine con barriguita (o barrigota).
DIEZ DETALLES A TENER EN CUE(NTA
SI VAS
AL CINE EMBARAZADA (abril 2014)
Durante mi etapa de embarazo, aparte de ver crecer mi
barriga y el resto de mi cuerpo, también se incrementó mi amor por dos de mis
mayores aficiones: ir al cine y leer. Devoraba novelas y me pasaba la vida -siempre
que el tiempo libre me lo permitía- yendo a las salas de cine de mi ciudad a
ver un estreno detrás de otro. Fue precisamente este “antojo” por el séptimo
arte lo que me dio el suficiente material para reconstruir en mi cerebro un
decálogo básico sobre todo aquello que debéis saber si vais al cine con
barriguita. ¡Tomad nota!
1. Evitar ir a
la sesión nocturna. Esto va indicado
especialmente a todas aquellas que os encontréis en el primer trimestre de
gestación. La razón… muy simple: os dormiréis seguro. Como ya habréis notado,
estáis en una etapa del embarazo en el que os echaríais una siesta en cada
esquina. Por ello, mejor amortizar el dinero que vale la entrada yendo en una
franja horaria con menos probabilidades de caer en los brazos de Morfeo.
2. Ir a salas
de cine con asientos cómodos. Este
apartado os interesa especialmente a las que ya estáis en los últimos tres
meses. Muchas pensaréis que lo que os propongo es de sentido común, pero no lo
es tanto hasta que no sois conscientes de lo que para vosotras significa ahora
“comodidad”. Esta palabra pasa a tener un nuevo concepto, y es el de sala de
cine donde exista un espacio considerable para estirar tus cansadas piernas.
Descarta las terrazas de verano. No son confortables. Rotundamente, no.
3. Elegir una
película cuyo metraje no exceda los 90 minutos. Es un error en el que, bajo ningún concepto, quiero
volver a caer si vivo un segundo embarazo. Hasta el quinto o sexto mes os
podéis saltar esta regla (según el volumen de vuestra tripita), pero después,
seguidlo a raja tabla. De lo contrario, a vuestras piernas les puede dar por
echarse un sueñecito, a la espalda, por proponeos que cambiéis de postura en un
asiento en el que apenas cabéis, etcétera.
4. Tener cuidado
con la calefacción o el aire acondicionado a toda potencia. En el embarazo, como hemos apuntado al principio,
todo se multiplica, incluso la sensibilidad a la temperatura. Conclusión: id a
una sala de cine donde conozcáis como suelen aclimatar el ambiente. Por
ejemplo, ahora que llega el buen tiempo, si sois calurosas, procurad que haya
un aire acondicionado que funcione correctamente, pero ¡ojo!, sin pasarse, que
luego llegan los constipados. Y recordad que no os podéis tomar nada más allá
del paracetamol.
5. No ir a ver
un dramón. Otro consejo que debéis
grabar en vuestra mente. Por mucho que os guste este género, no es momento de
sentarse a ver tragedias y llorar a moco tendido. Vuestra sensibilidad está a
flor de piel, y necesitaréis algo más que un paquete de kleenex para consolar
esa tristeza tan intensa que producen vuestras hormonas en este momento. Eso sí, no seáis extremistas, y
tampoco elijáis una de reírse a carcajadas, que la barriga se tensará
demasiado.
6. Una
película sobre embarazos o nacimientos puede ser una buena elección. En post anteriores podéis encontrar recomendaciones
de films que tratan sobre el tema, aunque ésas no podréis verlas en salas de
cine porque no son nuevas. Mi propuesta: podéis echarle un vistazo a la
cartelera o visitar webs sobre futuros estrenos a ver si encontráis alguna
sobre embarazadas. Siempre es bueno echarse unas risas al sentirte
identificada. Aunque recordad que no todo es como lo pintan en la gran
pantalla.
7.
Si el film no tiene ruidos estruendosos, mejor. Es querer controlar demasiado, sí… Muchas veces no
podemos saber si el film que vamos a ver va a tener un sonido muy intenso. Sin
embargo, sí que nos podemos imaginar que con una película de acción, con muchos
efectos especiales, o incluso con una de
terror, tenemos más opciones de encontrarnos un golpe sonoro con el que no
contábamos. Consecuencias: muchos movimientos dentro de la barriguita por parte
de nuestro retoño y algún susto inesperado que nos podemos llevar, aunque por
supuesto, sin la mayor importancia.
8. Sentarse
cerca de la salida, o en su defecto, en la parte del pasillo. No me estoy poniendo películera con este consejo
diciendo que estemos alerta por si nos ponemos de parto. Mi propuesta es por
una causa mucho más simple: las continuas visitas que hacéis al servicio en
vuestro estado. Una solución rápida y sencilla que os quitará quebraderos de
cabeza.
9. Palomitas,
fritos y refrescos, sí… Pero con moderación. No os estoy diciendo que os privéis de nada, que he vivido en primera
persona un antojo de palomitas. Pero también sé lo que es un retortijón de
barriga producido por un paquete de patatas fritas o un envase gigante de
palomitas. Comed a gusto, pero despacio y en cantidades medianas, borrando de
vuestras cabecitas esos “Super Size” americanos en los que estáis
pensando.
Hay
que asistir al cine muy a menudo. Concretamente, todo lo que podáis y más. Después de todo lo que os he propuesto, puede
que algunas penséis que no merece la pena ir al cine embarazada. Y para que
esto no pase, os añado este último consejo, pues mi propuesta es totalmente
contraria: ¡id a ver muchas películas!, especialmente si sois muy cinéfilas, ya
que cuando nazca el bebé puede que no piséis una sala de cine en bastante
tiempo. Mientras tanto, os deseo que paséis un embarazo “de cine”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario