miércoles, 6 de agosto de 2014

Consejos para embarazadas adictas al cine

Y continuo con mis posts de recuerdo de lo publicado en ElEmbarazo.net mientras estoy de vacaciones. En septiembre prometo nuevos y frescos posts. 

Con éste que os expongo a continuación espero ser de utilidad a las embarazadas cinéfilas, que seguro que hay muchas, y es importante saber ciertas cosas antes de ir al cine con barriguita (o barrigota). 


DIEZ DETALLES A TENER EN CUE(NTA 
SI VAS AL CINE EMBARAZADA (abril 2014)


Durante mi etapa de embarazo, aparte de ver crecer mi barriga y el resto de mi cuerpo, también se incrementó mi amor por dos de mis mayores aficiones: ir al cine y leer. Devoraba novelas y me pasaba la vida -siempre que el tiempo libre me lo permitía- yendo a las salas de cine de mi ciudad a ver un estreno detrás de otro. Fue precisamente este “antojo” por el séptimo arte lo que me dio el suficiente material para reconstruir en mi cerebro un decálogo básico sobre todo aquello que debéis saber si vais al cine con barriguita. ¡Tomad nota!

1.     Evitar ir a la sesión nocturna. Esto va indicado especialmente a todas aquellas que os encontréis en el primer trimestre de gestación. La razón… muy simple: os dormiréis seguro. Como ya habréis notado, estáis en una etapa del embarazo en el que os echaríais una siesta en cada esquina. Por ello, mejor amortizar el dinero que vale la entrada yendo en una franja horaria con menos probabilidades de caer en los brazos de Morfeo.

2.     Ir a salas de cine con asientos cómodos. Este apartado os interesa especialmente a las que ya estáis en los últimos tres meses. Muchas pensaréis que lo que os propongo es de sentido común, pero no lo es tanto hasta que no sois conscientes de lo que para vosotras significa ahora “comodidad”. Esta palabra pasa a tener un nuevo concepto, y es el de sala de cine donde exista un espacio considerable para estirar tus cansadas piernas. Descarta las terrazas de verano. No son confortables. Rotundamente, no.

3.     Elegir una película cuyo metraje no exceda los 90 minutos. Es un error en el que, bajo ningún concepto, quiero volver a caer si vivo un segundo embarazo. Hasta el quinto o sexto mes os podéis saltar esta regla (según el volumen de vuestra tripita), pero después, seguidlo a raja tabla. De lo contrario, a vuestras piernas les puede dar por echarse un sueñecito, a la espalda, por proponeos que cambiéis de postura en un asiento en el que apenas cabéis, etcétera.

4.     Tener cuidado con la calefacción o el aire acondicionado a toda potencia. En el embarazo, como hemos apuntado al principio, todo se multiplica, incluso la sensibilidad a la temperatura. Conclusión: id a una sala de cine donde conozcáis como suelen aclimatar el ambiente. Por ejemplo, ahora que llega el buen tiempo, si sois calurosas, procurad que haya un aire acondicionado que funcione correctamente, pero ¡ojo!, sin pasarse, que luego llegan los constipados. Y recordad que no os podéis tomar nada más allá del paracetamol.  

5.     No ir a ver un dramón. Otro consejo que debéis grabar en vuestra mente. Por mucho que os guste este género, no es momento de sentarse a ver tragedias y llorar a moco tendido. Vuestra sensibilidad está a flor de piel, y necesitaréis algo más que un paquete de kleenex para consolar esa tristeza tan intensa que producen vuestras hormonas en este momento. Eso sí, no seáis extremistas, y tampoco elijáis una de reírse a carcajadas, que la barriga se tensará demasiado.

6.     Una película sobre embarazos o nacimientos puede ser una buena elección. En post anteriores podéis encontrar recomendaciones de films que tratan sobre el tema, aunque ésas no podréis verlas en salas de cine porque no son nuevas. Mi propuesta: podéis echarle un vistazo a la cartelera o visitar webs sobre futuros estrenos a ver si encontráis alguna sobre embarazadas. Siempre es bueno echarse unas risas al sentirte identificada. Aunque recordad que no todo es como lo pintan en la gran pantalla. 


7.     Si el film no tiene ruidos estruendosos, mejor. Es querer controlar demasiado, sí… Muchas veces no podemos saber si el film que vamos a ver va a tener un sonido muy intenso. Sin embargo, sí que nos podemos imaginar que con una película de acción, con muchos efectos especiales, o incluso  con una de terror, tenemos más opciones de encontrarnos un golpe sonoro con el que no contábamos. Consecuencias: muchos movimientos dentro de la barriguita por parte de nuestro retoño y algún susto inesperado que nos podemos llevar, aunque por supuesto, sin la mayor importancia.

8.     Sentarse cerca de la salida, o en su defecto, en la parte del pasillo. No me estoy poniendo películera con este consejo diciendo que estemos alerta por si nos ponemos de parto. Mi propuesta es por una causa mucho más simple: las continuas visitas que hacéis al servicio en vuestro estado. Una solución rápida y sencilla que os quitará quebraderos de cabeza.

9.     Palomitas, fritos y refrescos, sí… Pero con moderación. No os estoy diciendo que os privéis de nada, que he vivido en primera persona un antojo de palomitas. Pero también sé lo que es un retortijón de barriga producido por un paquete de patatas fritas o un envase gigante de palomitas. Comed a gusto, pero despacio y en cantidades medianas, borrando de vuestras cabecitas esos “Super Size” americanos en los que estáis pensando. 

Hay que asistir al cine muy a menudo. Concretamente, todo lo que podáis y más. Después de todo lo que os he propuesto, puede que algunas penséis que no merece la pena ir al cine embarazada. Y para que esto no pase, os añado este último consejo, pues mi propuesta es totalmente contraria: ¡id a ver muchas películas!, especialmente si sois muy cinéfilas, ya que cuando nazca el bebé puede que no piséis una sala de cine en bastante tiempo. Mientras tanto, os deseo que paséis un embarazo “de cine”.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario