La semana pasada prometí otro post sobre series de televisión así que aunque hoy sea domingo y haya un estupendo día soleado, aquí estamos para repasar otra de las producciones de la caja tonta que tanto me gustan.
Esta vez la serie en cuestión no va a tener mucho que ver con la anteriormente homenajeada SEXO EN NUEVA YORK. Ni por temática, ni por nacionalidad, ni por idioma, ni por personajes, ni por público al que va dirigido, ni por vestuario, ni por dónde está ambientada... En resumen, ¡que no tienen nada que ver! Sin más rodeos, se trata de L'ALQUERIA BLANCA, que ya comenté en uno de mis post del mes de septiembre que era una de las series que ahora mismo estaba siguiendo.
Seguramente mucha gente no habrá oído hablar nunca de L'ALQUERIA BLANCA. Claro está que estas personas no serán ni de Valencia, ni de Castellón ni de Alicante, porque esta serie se emite en Canal 9, la televisión autonómica de la Comunitat Valenciana.
Esta serie ambientada en los años sesenta narra la vida de los habitantes de un pequeño pueblo de la provincia de Alicante: sus líos amorosos, los enfrentamientos por las tierras, la forma de vida de aquella época... Todo eso nos muestran cada uno de los capítulos de esta producción ¡que lleva ya 10 temporadas!
Reconozco que yo no la quise ver cuando la empezaron a emitir hace aproximadamente tres años. Pensaba que sería aburrida, sin argumento, lenta y poco interesante. Sí, creo que todos tenemos prejuicios y yo a veces también, para qué decir lo contrario. Pero este verano comenzaron a poner en la parrilla todos los episodios desde la primera temporada de lunes a viernes después de comer. Como comía más o menos a esa hora empecé a verlos y así fue como sin darme cuenta me vicié.
Y como a mi no me gusta ver la tele sola, hice adictos a la serie a mi marido (que ya había visto la primera temporada), a mi madre, a mi hermana, etcétera. En definitiva, que ahora ha empezado la nueva temporada los domingos por la noche y veo tanto los capítulos nuevos como los que aún siguen emitiendo de lunes a viernes (que van aproximadamente por la octava temporada). Así que tengo ALQUERIA BLANCA hasta en la sopa. ¡De lunes a domingo! (descansando sábado, claro).
Pero estoy contenta porque estoy practicando mucho la lengua valenciana que la tenía un poco aparcada desde que terminé la carrera. Además, en la serie suelen decir muchos dichos autóctonos que se habían perdido o que se habían quedado anclados en el vocabulario de nuestros mayores; y me parece muy bien que el guión de esta serie los rescate para que todos los conozcamos pues todo eso también es historia y patrimonio.
Yo nunca he vivido en un pueblo pero he podido hablar con gente que sigue L'ALQUERIA y que sí ha sido su caso, y todos comparten la opinión del correctísimo retrato que hace esta serie acerca de la vida en una pequeña localización de la Comunidad Valenciana. También destacaría el buen hacer de los actores: empezando con por el que hace el papel de Alcalde, que a mi personalmente me hace pasar muy buenos ratos. Además, Lola Moltó, quien interpreta a Dora, ha logrado encarnar a la perfección a la típica 'mare valenciana'. El abuelo, Rafel, Ferri, Blanca, Don Joaquim, Blai, Empar, Paqui... todos han conseguido que al ver la serie los sintamos como alguien más de la familia.
Por eso, aprovecho para recomendar esta serie de televisión con sabor valenciano a todos aquellos que aún no se han hecho el ánimo. O por lo menos, que se pasen por el pequeño pueblecito (prácticamente fantasma) donde se ha rodado esta producción durante estas diez temporadas. Se llama Santa Eulàlia y allí están la mayoría de localizaciones de exteriores de L'ALQUERIA.
Os dejo con unas fotografías de mi reciente visita allí.
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