'LOS BESOS NO SE GASTAN': una bonita historia de amistad entre dos mujeres

Tengo acumulación de cosas que contar, como siempre me suele pasar cuando dejo pasar unos cuantos días antes de escribir un post. Pero como hoy es martes, y en un principio, cuando comencé este blog (que, por cierto, en menos de cuatro meses cumple 2 añazos) me propuse hablar de libros en este día de la semana, dedicaré el post de hoy a eso precisamente, al último libro que he tenido el placer de leer: LOS BESOS NO SE GASTAN, de Raquel Martos (para muchos conocida por ser colaboradora en el programa de televisión de Antena 3 'El hormiguero', además de ser guionista del mismo).

Me gusta ser breve cuando hablo de libros, o al menos, eso intento. La razón es que cuando te vas a leer un libro, más que necesitar que te cuenten el argumento, lo que quieres es saber si es recomendable o no, saber de antemano si puede que sea de tu estilo y si cabe la posibilidad de que disfrutes leyéndolo. A ver si consigo hacer simplemente eso en este post.

LOS BESOS NO SE GASTAN es una historia sobre amistad; una amistad de toda la vida entre dos mujeres, de esas que empiezan en la más tierna infancia y que van pasando las diferentes vicisitudes y cambios de la vida juntas, con lo que conlleva todo ello, es decir, discusiones, distanciamientos (más o menos largos) pero, por supuesto, también momentos entrañables, experiencias vividas en común como sólo pueden ser vividas entre dos personas de la misma edad y con los mismos intereses, esperanzas e inquietudes propias de pertenecer a una misma generación o quinta. 

Además, estas dos personas son mujeres. Dicen que las personas del género femenino son menos nobles, más rencorosas, y por lo tanto, menos compatibles con el sentimiento (para mi es un sentimiento) de la amistad. Pero yo no pienso así, no sólo porque yo sea mujer, sino porque por experiencias vividas en mis poco más de tres décadas de existencia, puedo asegurar que cuando una mujer es amiga de verdad de otra o de otras, lo es para siempre. Y si deja de serlo, es porque realmente no existía ese vínculo de amistad. Igual es una opinión muy idealista o incluso radical de la amistad, pero creo realmente que así es. Por eso, las de nuestro sexo (generalmente) tenemos más tendencia a tener menos amistades, porque las preferimos contadas con los dedos de una mano (o menos) pero auténticas. 

Y después de esta reflexión sobre la amistad (he dicho que sería breve con la explicación del libro pero no sobre el tema central del que trata), me limitaré a decir por qué recomiendo la lectura de LOS BESOS NO SE GASTAN (sin explicar nada sobre el argumento): primero de todo, porque es una historia de amistad y para los que conservamos amistades de la infancia puede ser algo con lo que nos sintamos identificados. Después, porque está escrito de forma ligera y amena, de manera que vamos pasando páginas casi sin darnos cuenta. Me gustó también la delicadeza con la que está escrito, pues resulta entrañable y sentimental sin caer en lo 'ñoño', pastelón y todas las palabras que signifiquen una sobredosis de azúcar. Y ello, muchas veces, resulta hartamente complicado. 

"Está escrito de forma ligera y amena, 

de manera que vamos pasando páginas 

casi sin darnos cuenta". 

También es agradable el modo que tiene de emplear los 'flasbacks' para hablarnos de un tiempo u otro de la relación de amistad entre las dos protagonistas, contado en fragmentos por una o por otra, y enlazando los temas para que podamos ir comprendiendo la situación de cada una de ellas y el por qué de su forma de actuar en un momento determinado. Además, LOS BESOS NO SE GASTAN nos aporta tanto sonrisas como alguna que otra lagrimilla. 

Y otra de las cosas que me han fascinado del libro es la gran cantidad de frases inspiradoras que tiene. Para una 'friki' coleccionistas de frases bonitas como una servidora esto también ha sido todo un gustazo. Así que, para finalizar este post, que espero que os haya gustado, os dejo con algunas de las frases que nos proporciona la novela:


"Si te pasas el día diciendo 'yo soy, yo soy' es que no tienes a nadie que te diga: 'tú eres'".


"Regalar chocolate es regalar endorfinas envueltas en papel de regalo".


"Los buenos momentos son como los bocados de algodón de azúcar; un sabor delicioso que apenas da tiempo a paladear". 


PD: Muchas gracias a Raquel Martos por firmarme el libro. :)