lunes, 3 de marzo de 2014

Mi visión particular de la noche de los Oscar

Tras la resaca post Oscar de esta madrugada, había que escribir sobre la gran gala de la estatuilla dorada de este año. El problema es que mis obligaciones maternales me han impedido llegar a esta edición habiendo visto las películas nominadas, y eso es un grave problema a la hora de comentarlas, ¿no creéis?

Por ello, voy a escribir un post alternativo a los Oscar, es decir, voy a comentar lo que me plazca sin necesidad de mencionar si me ha gustado más un film que otro o una interpretación destacable, etcétera. Eso sí, no puedo dejar de mencionar mi absoluta decepción y enfado ante el repudio que parece que siente la Academia de Cine estadounidense hacia Leo di Caprio. Le veo como a muchos otros actores, recogiendo su señor calvo honorífico cuando ya se encuentre alopécico él también y con 30 años más. ¡Qué se le va a hacer! Y es que la peli que sí he podido ver es EL LOBO DE WALL STREET, como ya mencioné en un post anterior. 

En cuanto a más cositas mencionables así "a la virulé", está el momentazo de la maestra de ceremonias, Ellen DeGeneres repartiendo pizzas entre el público. Y es que ver a Julia Roberts o a Brad Pitt en plan tragaldabas, emocionados por conseguir una porción, no tiene precio, aparte de la gracia de ver esas fotos 'selfie' de Bradley Cooper con Jennifer Lawrence, la presentadora de la gala, Meryl Streep, entre otros. ¿Por qué nos gusta tanto verlos así? La realidad es que parecen tan normales haciéndose auto fotos y subiéndolas a sus redes sociales como hace todo hijo de vecino... Los hace como más terrenales y nos hace bajarles un poquito de su cielo de 'starsystem'. Me gusta (como en el Facebook). 

Y es que las redes sociales nos han hecho todo más "alcanzable" (perdonadme la palabra). Ayer antes de acostarme podía ver en tiempo real cada vestido de la alfombra roja, cada anécdota que se iba sucediendo, incluso las redes sociales de los actores con sus primeras impresiones. ¡Ojo! Que ya sé que el twitter no nació ayer. Que ya lo tengo desde hace unos añitos. Pero es quizás desde este año (pongamos desde el anterior por no parecer una recién llegada) cuando me parece que esta todo más cercano, más a mano... Incluso los grandes portales de cine ofrecían seguir la gala en sus webs y en directo, cosa que hace años era imposible si no tenías Canal Plus. Además, yo este año sí que era prácticamente nueva en la red social Instagram, y desde una cuenta que sigo que se llama Santtestilo, podía ver los primeros trajes que pisaban la maravillosa alfombra encarnada.

En resumen, que me fui a dormir feliz porque, aunque no pude aguantarme el sueño para poder ver entregar algunos de los premios, sí hice mis particulares cotilleos de trajes que a toda mujer (y hombre, aunque digan que no) nos gusta hacer en estos casos. Cate Blanchet, Lupita Nyong'o, Amy Adams, Sandra Bullock y Charlize Theron, más o menos por este orden, son las que mejor lucieron palmito, para mi gusto. 

Y no sólo es cabreo lo que siento ante los pocos premios de los que puedo opinar este año. Muy de acuerdo estoy con el Oscar recibido por la elegantísima Cate Blanchet, pues 'Blue Jasmine', de mi queridísimo Woody Allen, es otra de las pocas películas que me ha dado tiempo a visionar, y que me gustó bastante gracias a la estupenda interpretación de la actriz. 

Sólo me queda decir que voy a continuar el día leyendo todos los artículos que se han escrito sobre la gran Gala, que da gusto que los informativos tengan hoy algo de superficialidad, glamour y belleza, y menos espacio para hablar de crisis, corrupción y conflictos, que aunque sea nuestra triste realidad, el cine, al fin y al cabo, nos proporciona unos instantes de dulce desconexión. 

¡Hasta la próxima, estanteros!



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