Esta semana está siendo de lo más productiva cinematográficamente hablando. Y es que he visto dos pelis de estreno: HARRY POTTER Y LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE. PARTE I y THE WAY. De la primera hablaré hoy, y la segunda la dejaré para mañana, así no os agobio hablando de dos films que nada tienen que ver en un mismo post.
Pues bien. No sé si lo he contado en otras ocasiones pero soy muy fan de HARRY POTTER. Al principio más de los libros que de las pelis porque me los he leído todos- o mejor dicho; casi todos, ya que el último no pude soportarlo y me lo dejé a medias. Era sinceramente infumable. Esto último que acabo de confesar es la causa por la cual ahora prefiero las películas del joven mago a los libros, porque su escritora, la multimillonaria J.K. Rowling, lo ha querido hacer tan sumamente complicado y enrevesado, que a partir del quinto libro la cosa comienza a complicarse de modo que el último no es apto para mentes estresadas como la mía. La opción perfecta: esperar al desenlace final en el cine. Y eso es lo que he hecho. Sí, lo que estáis leyendo es tan increíble como cierto: más de diez años empapándome de las historias potterianas, leyéndome cada una de las novelas con ansia a medida que las iban publicando en castellano, hasta que por fin llega el séptimo y último libro de la interminable saga y no se me ocurre otra cosa que dejármelo a mitad. Pero, francamente, creo que no es mi culpa. Para leérmelo a disgusto, me lo dejo y recurro al cine, que nunca me deja de lado. El cine: ¡ese gran invento!
Y pasando al tema del que de verdad quiero escribir hoy, la película me dejó un tanto rabiosa, enfadada, ansiosa... No sé cómo describiría mi sensación. No me disgustó ni mucho menos. Más bien, todo lo contrario; me sorprendió la estupenda manera que ha tenido el director de resumir ese soporífero último libro de Harry Potter y hacerlo incluso entretenido y emocionante. Mi enfado vino por lo que ya imagináis todos los seguidores de las pelis: ¡porque el desenlace no podremos verlo hasta el próximo verano! Entendemos que hayan dividido en dos partes este eterno séptimo libro imposible de resumir en una sola película pero ¿por qué tenemos que tardar tanto el ver esa segunda parte? Para entonces nos habremos olvidado de esta primera parte, no tendremos la misma ansiedad y además, ¡que no quiero que nadie me cuente el final antes de verla en el cine! ¡Recordad que no me leí entero el último libro!
¡Qué rollera estoy hoy! Creo que he vuelto a las andadas. En fin, centrémonos: esta peli del ya crecidito mago con cicatriz de relámpago en la frente me ha gustado, está muy bien dirigida y es muy emocionante en todo momento. Quizás he echado algo de menos el humor y las hormonas que desprendía la anterior pero claro, entendemos que se acerca la gran batalla contra el malo malísimo Voldemort (uno de los más malos de la historia del cine, diría yo) y que la cosa se pone seria. Nuestros tres chicos, Harry, Ron y Hermione ya no están para tonterías de besos y amoríos porque se hacen adultos y han de enfrentarse con la cruda realidad. Se hace patente a lo largo del metraje la tensión sexual entre el pelirrojo Ron y la marisabidilla Hermione pero es algo que nunca se llega a resolver del todo y que, ciertamente, da un toque de morbo muy necesario en una historia que ha pasado de ser infantil a adolescente, y ahora ya pre-adulta.
No quiero comentar más sobre el film. Simplemente que los seguidores de las novelas lo disfrutarán, como cada una de las anteriores películas, pues verdaderamente los fans de la saga nunca hemos quedado defraudados con las adaptaciones al cine, aunque algunas hayan sido mejores que otras. También es cierto que todas no han tenido el mismo director. Recordemos cuáles han sido: la primera y la segunda las dirigió Chris Columbus, la tercera Alfonso Cuarón (en la cual se notó el cambio, sobre todo en la estética), la cuarta Mike Newel, y ya las tres últimas (la 5ª, la 6ª y la 7ª y última) David Yates, quien, a mi juicio, lo está haciendo muy correctamente.
Como casi todas, esta última parte es larga (más de dos horas) así que también os digo que vayáis sin sueño y muy despejados. Además, es completamente distinta a las anteriores, pues el colegio Hogwarts aquí ya ni aparece. Y otro apunte: ¡cada día me gusta más la pinta de loca que tiene Helena Bonham Carter y lo que le van este tipo de papeles! Genial en el rol de la malévola Bellatrix. Nos deleitó tanto en el poco tiempo que sale en escena como ya lo hizo cuando encarnó a la implacable Reina Roja de 'Alicia en el País de las Maravillas'.
Os dejo con el tráiler de HARRY POTTER Y LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE. PARTE I. Para los que aún no la hayáis visto.
¡Ahora sólo toca esperar al desenlace! :(
No hay comentarios:
Publicar un comentario