jueves, 22 de septiembre de 2011

'EL ÁRBOL DE LA VIDA': ¿una reflexión poética sobre la existencia humana o la cosa más rara que has visto en tu vida?

¡Qué ganas tenía de poder explayarme hablando de la película 'El árbol de la vida'! Aunque muchas de las cosas que pienso sobre este film ya las habéis visto aquellos que me seguís en Twitter o los que sois mis amigos en Facebook, necesito plasmar mi opinión en muchas más líneas. Pero tranquilos, que tampoco tengo mucho tiempo hoy de hablar largo y tendido. Así, que esto será breve pero intenso.

¡Empezamos! Pero ¿por dónde comienzo? A ver, esta obra maestra (para muchos) de Terrence Malick, ganadora de la Palma de Oro en el festival de Cannes, es lo más raro que he visto en toda mi vida en cuestión de cine. ¿Por qué tan extraño? Pues partiendo de la base de que se pasan unos 20 minutos seguidos al inicio del film sin ningún personaje humano en pantalla, y con cascadas, puestas de sol, células (sí, células) y dinosaurios, creo que con esto ya puede parecerle diferente a cualquiera. Y lo digo sin mala crítica. Me parece que hay que ser valiente para hacer algo así. Un género incalificable que yo calificaría de experimental, en el que se plasma, con todos los recursos que proporciona el cine, la razón de la existencia humana del modo más poético e intimista posible. Uff, ¡me estoy transformando en una friki! ¿Alguien ha entendido lo que quería decir? 

Centrémonos. Me parece perfecto que Cannes le haya otorgado tan prestigioso premio, ya que, al tratarse de un festival, es lógico que se premie aquello que se sale de la norma. Sin embargo, creo que ha habido un fallo en su distribución (bueno, fallo según se mire). Y es que se ha anunciado como una película de Brad Pitt y Sean Penn (que lo es) y la película más esperada del año, y eso, junto al hecho de ser vitoreada en Cannes, ha producido una avalancha de espectadores que han ido a verla en su primera semana en cartel en España. ¿Y qué ha ocurrido? Pues lo que tenía que pasar; que este film no va dirigido al perfil clásico de espectador medio que va a ver un cine de entretenimiento, de palomitas, que espera un principio, un desarrollo y un final... ¡No, ni mucho menos! 'El árbol de la vida' es la antítesis de lo comercial, y paradójicamente, esta semana ha sido la más taquillera, aunque es cierto que para muchos de estos espectadores no haya durado sus dos horas de metraje, sino más bien, los 15 minutos que han permanecido en la sala hasta levantarse del asiento y abandonarla por no haberse encontrado lo que se esperaban en la pantalla. 

En definitiva, personalmente no me arrepiento en absoluto de haberla visto pues para mi, y lo digo muy en serio, ha sido toda una experiencia. Una experiencia que hay que vivir eligiendo sesión de tarde en lugar de noche, o en su defecto, la nocturna pero con dosis extra de café. ¡Y es que muy dinámica no es! Es lenta, muy lenta... e incluso, relajante. En ocasiones, nos parece un anuncio de Iberdrola con bellas imágenes de paisajes imposibles y música clásica de fondo, en otras, un mero retrato de la infancia, y en otras... mejor me callo el final. Los intrépidos que vayáis a verla después de mi post ya lo descubriréis. 

Sinceramente, no entiendo a la gente que se salió de la sala de cine (cuando yo fui conté unas quince personas que huyeron despavoridas) porque para mi fue todo un entretenimiento del propio alucine que llevaba en el cuerpo ante la rareza que se presentaba ante mis ojos. Y no puedo dejar de mencionar las espectaculares imágenes que nos ofrece 'El árbol de la vida', los increíbles planos -mostrando que no todo en el séptimo arte está hecho y que se puede hacer algo distinto y que se sale de lo habitual- un excelente Brad Pitt en el rol de un severo y duro padre de familia, y la pregunta que se me presentaba en mi cabeza todo el tiempo: ¿cómo los niños protagonistas del film se metieron tantísimo en su papel en una película en la que para los adultos ya es difícil comprender al argumento? A saber la historia que les contaría Malick a los jovencísimos actores para sacar lo mejor de ellos. De poco nos enteraremos porque este director nunca concede entrevistas... Aunque, pensándolo bien, lo entiendo. ¿Cómo explicar la sinopsis de esta película?

¿Qué interpreté yo de toda esta oda a la vida y a la muerte? Pues deduje que lo que Malick nos quería contar, muy a su modo (de eso no cabe duda) es las preguntas retóricas que nos hacemos todos del por qué de la existencia humana, de por qué Dios nos da la vida y también nos la quita, de la complejidad del universo y de todos los seres que la habitan, etcétera. Vale, hasta ahí bien, pero... hay muchas veces que su manera de contarlo digamos que sólo la entiende él. Y de paso, ya que estoy, si alguien la ha visto que me responda a la siguiente pregunta: ¿qué pinta Sean Penn en todo esto? 

Seguro que estáis pensando lo mismo que yo. Que mucha preguntita retórica y mucha reflexión sobre el universo pero al final, al terminar la película, a tu vida se le multiplican los porqués... ¿Por qué esta película es tan rara? Y lo más importante, ¿qué es lo que acabo de ver?

¡Hasta la próxima ESTANTERÍA!


2 comentarios:

  1. Respondiendo a tu pregunta: Yo he entendido lo que querías decir. xDD Perfectamente expresado, la sinopsis, el mensaje, las huidas de la sala... Fue tal y como yo lo viví el jueves pasado. Tal cual.

    Y es que si la gente no se informa antes de ir, pues se come una visión muy (muy muy) personal de una película de gran presupuesto, como cualquier otra superproducción, pero con un espíritu de lo más independiente, con ganas de contar, nada más y nada menos, el por qué de la vida...

    Ole por el atrevimiento del director!

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  2. Muchas gracias por tu comentario, Quico. La verdad es que fue toda una experiencia ver esta peli. Desde luego indiferente no me dejó. Saludos.

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